Verde de verbos
Se conmemora la sutil alerta del descuido,
la gema,
la gema,
la estalactita frondosa de un sendero
que callado o desdoblado,
una mañana como otras,
quemó mi alma
vaticinando el reencuentro
del valiente valle y mi sonora raíz,
...sí, sonora
El verde amanecía por mis pies y mis cielos,
él sabía que el halago a la promesa
traería vocación de autonomía
ecuestre en hordas y simultáneas planicies y lagos.
La mañana selló crujiente de verbos,
naturalizó enigmas
sólo por la codiciosa idea de las almas;
éso de abrazar la mecha descalza
nunca fue secreto;
y entre temblores propios y el estupor cansado,
miran las luces mi estoica llama.
En tanto, camino sedienta,
de a sorbos,
insinuante en prismas
y la lluvia loca de todo vaivén.
Mariela Pérez Mazzocchi
04/09/2020
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