viernes, 16 de agosto de 2013

Eso de mí


                                                     











              Eso de mí

Me han encomendado repetir mi alma,

yo, mientras tanto, 
desfallezco entre lanas mullidas y lunares inapropiados;
no sé cual es la hazaña de elaborar el todo y sus mitades,
el hábitat confuso de saber y callar, 
las respuestas instaladas;
no sé,
me atropellan las consecuencias
me detengo en sus visiones
para ensordecerme con una música que no es mía.
Falté dos veces a mi clase
y enmendé la flor que me colgaba, 
amarilla y sabida,
desfallecí repetidamente sin temor alguno
lo hice sensata y conforme con el rol impuesto;
no tuve opción,
lloré cada una de mis muertes
y calmé el cactus, la triada, el sol,
el alma que hoy no habla,
el centro de metal que es furioso y tierno
todos los oleajes que semejan eso de mí,
el despertar que se hace inalcanzable
el descanso que huele balcones
y yo, trepo sacudiéndome,
robando trozos y esferas de mí
...y me tiembla la tarde.

                 Mariela Pérez 




                                                    

sábado, 16 de febrero de 2013

Donante de Luz











          Homenaje a Luis Alberto Spinetta

               Donante de luz

Los caballos del día sudan de golpe frente a mí,
la poesía grita como siempre, con su voz de ángel
la transformación de la luz en luz,
de la materia con el acariciar ese universo tan preciso como su lucidez.
No me pregunto dónde estás,
habitas un nuevo parir para regalarle la unidad y su música;
esos ojos hundidos con su nuevo mirar
transponen lo tácito y los libros de la buena memoria toda
en las puertas de una ciudad que aúlla ya vista,
ya vista con ese diamante
que, quedándote o yéndote
pudiste regalar desde el olimpo y tu ser todo.
Te percibí,
te percibí como necesario y cercano
con todos los años de gente que aún persisten en mis oídos
desde que un zar impulsó la cereza y la mutaste en vida
para los árboles circundados de puentes amarillos
que ya se volvieron canción con tu nombre
Luis,
niño condenado a la luz cifrada en su mejor tono
pies de atril que no quebraron
un Río de la Plata que te pertenece inmortal
una abeja reina que bebe la herida de París en llamas
una cantata que nunca quedará atrapada aquí,
en tanto, un anillo te circunda
en tanto, pude verte
en tanto, las horas bajan en amor
en tanto, en tanto
...y brilla el sol.

                 Mariela Pérez
                    08-02-2012

martes, 12 de febrero de 2013

Homenaje al Ser, al Poeta, al Maestro .....a su Alma de Diamante












Como te disfruté esas casi cinco horas inolvidables
 esa noche de un 04 de Diciembre, allá por el 2009,
con un calor de magia que derrotó al alba
para darle todos los amaneceres.

Gracias por tantos años de luz
Gracias por todo lo sabido...Luis Alberto Spinetta

sábado, 12 de enero de 2013

Brux

              
                       








            




                   Brux
                                                           
Han acudido amaneceres encubiertos en noches a chuparme la cara,
la olfateaban como lobos hambrientos de frazadas y presas
tan lentamente y respetando el orden de su jerarquía
que sospeché era verano.
No osé en distraerme de semejante continuidad
para morir desnuda por un instante,
completamente en silencio
perpetuando la fotografía que sólo me habitaba en cada una de mis mandíbulas;
tomé retratos, vaya si tomé retratos
en casi todos los ángulos y perspectivas
tan sedienta de imágenes, que creo no haber dejado escondite alguno
donde se esfumara ni luz ni pelaje;
así corren los tiempos donde abanicos salvajes despojan su arte
y yo, luego de morir desnuda por un instante
conservo los paisajes
...y me quema la tarde.


             Mariela Pérez
              15/06/2012

Eclosión
















              Eclosión

El valle interior bombardea mi mejor sien,
la elegida,
en breves dosajes de noches de inmóviles quebrantos
que abaratan todo tiempo,
desmantela cáscaras de un único otoño que lame la luna,
la apacigua en la mudez de una canción desnuda
trepando infinita amarillos y verdes;
en un árbol,
en absolutamente todo lo que sea agua
y así respira y encolumna su encuentro
como siempre desmedido y en capítulos, tan obsecuentes y prolijos
que perplejos de sí, de mí, auguran atardeceres indescifrables
desde un lugar tan cercano y remoto
que tiene mi cara.
Le presento al viento y la cadencia de sus hojas que van cayendo como puentes
para ensamblarse un poco, tan sólo un poco, con su reflejo
y lo toma, sí, lo toma y lo bebe de a sorbos y en bocanadas
desordenado y a su vez preciso,
como sabiendo su nutriente,
la consecuencia de esa fuente jamás enfundada,
como sabiendo el menester de cada segundo imbatible de silencio,
como sabiendo escucharme,
como sabiendo todo
y lo hace.

                         Mariela Pérez
                          26/05/2012