sábado, 14 de noviembre de 2009
Así
Así
Insolente, detenida, casi recortada en una calle sin atajos,
el propio grito que retorna en voz viva de parlante,
de aullido recorriendo valles
en pos del camino que florece a mis pies descalzos,
sin sandalias ni ropero,
sólo el trepidar de la huella que clama mi sombra
recorrerla fértil y en auroras.
¿Qué es lo que he escuchado?
¿Es mi voz acaso que devuelve tu aliento en abanicos,
en abanicos ciertos de sándalo y río?
¿Es mi aliento que mece tu canto cuando todos duermen?
¿Qué fecha precisa, que hora…?
Sé de ello,
la respuesta
un ángel cansado que oye el peregrinar
de mi tumulto y sus pasos,
la cooperación de mis días resumiendo yemas,
el hábitat paciente que llega y es bizarro, inocente…es selva.
Sé de ello…y callo.
Mariela Pérez
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