martes, 17 de noviembre de 2009

Cuando me distraje

















         Cuando me distraje

Atropellada en surcos ambidiestros
exactos de innobles, extraños de final,
me derramo insolente y detenida de espantos
en espías fortuitos y calma,
en bocanadas de auroras que no saben la canción,
ascendente, descendente, sin nombre.
Toco la señal despavorida de esta muerte
sin socorros, sin mantas,
duermo en ella envenenada de caricias sin la mano
en el espasmo único de un día,
en el fondeo que reverbera el revés,
la estalactita, rumiante e histórica
robusta y peregrina;
etílica de truenos en el reojo empastado de lo eterno
carbonizado y lineal,
mitológicos de sueños no repatriados
despeinados, en placenta,
en añicos.
Siembro la torpeza que respira el eco,
habito la no forma del arte que huelo
…un suspiro en el espejo
la barbarie coqueta, dentada,
la mueca.

                    Mariela Pérez

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