Un otro espejo
La otra no es mi nombre,
he asesinado la parálisis mutante que quiso llamarme
y darme su voz
sin señales
con el solo alerta del descuido y el misterio
embriagante y fóbico
incesante de conciencia;
no es la otra,
es mi yo que acude a fabricar lo que quedó del naufragio
con apenas el resto de mis huesos
y una fábula que vaga sonora
repitiendo himnos por toda la casa
que escapó de un techo en latente estado que no la quebraba
en plena osadía en su sola marcha.
No es la otra,
repito,
me enumero
me estremezco
me remedio,
no son otras que incomodan en ausencia,es el vestigio y esos ruidos que vienen y van
recordándome,
…pulverizando espejos que tuvieron alma.
Mariela Pérez
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